La gloriosa Ar nos llama
con voz de tormenta
y truenos de grandes tempestades,
y siempre prestos acudimos
al grito de guerra
para cumplir grandes hazañas
en los campos del valor,
en las batallas,
y verter nuestra sangre
defendiendo el honor, nuestra piedra de hogar,
y nuestra gente.
La tierra bebe sangre,
y llora el cielo.
Cada alma que cae,
da su vida como debe de darla,
con generosa valentía
y orgullosos del color de su casta,
el rojo de su sangre.
Una poesía preciosa, que sólo puede llegar de manos de una gran guerrera de corazón enorme y sangre fria ante la batalla.
ResponderEliminaryara
Gracias yara, tu corazón si es hermoso y puro.
ResponderEliminar"En los rincones escondidos de mis sueños
ResponderEliminarte busco y no te encuentro,
ayer estabas hoy ya no estas,
¿por qué has desaparecido?
¿por qué te has esfumado?..."
Hermosas palabras... dificl creer vengan de labios de una mujer*susurro al pasar el hombre, envuelto en su capa roja y el rostro cubierto con un yelmo, luego de unos inhs, continuó su camino rumbo cilindro central.
ResponderEliminarAldebaran de AR
Administrador de AR, Gor hispano SL.